2012/09/05

Hurrenarte, Guiller:


La verdad es que no sé ni cómo empezar... Acabo de llegar del pueblo, lo normal sería llegar a casa, cenar, sentarme en el pc, y conectarme al msn para hablar contigo (que lo usaba única y exclusivamente para hablar contigo) y contarte estos 13 días con pelos y señales, contarte que he estado rodeada de banderas españolas, contarte que aun pudiendo, no he discutido con nadie sobre españoles y vascos, contarte que he ido con la camiseta del Athletic más chula que un 8 los 4 días que ha jugado el Athletic, que me han dicho aúpa el Bilbao y que les he explicado que no, que no nos llamamos así, y ellos erre que erre, que en el escudo, pone Bilbao. Contarte que discutí con un madridista en una comida familiar (familía de él), que toda la familia me apoyó... seguro que me dirías que ya me vale, que vaya entrada en la familia... Ya sabes, así soy yo, y así entro yo, por la puerta grande! Y tantas cosas... estaríamos varias horas hablando, como siempre...

En cambio, ya nada volverá a ser igual. Fue un día bonito, 29 de agosto. Dos meses. Recuerdas cuando te comencé el principio de la historia? No me contesta. Ya te contestará, ten paciencia. La tuve, llego el primer sms, y hasta hoy. 29, dos meses. Día divertido, cenita, paseo, risas. Y de repente, una llamada. Un muy buen amigo, pero con el que no suelo tener contacto telefónico salvo para quedar antes de ver a nuestro Athletic. Cojo. Te has enterado? De qué? Y entonces, con un nudo en la garganta, me lo cuenta. No puede ser... No consigo reaccionar. Me paro en seco, él se huele algo raro, qué pasa? Yo, quieta, con el teléfono en la oreja, sin poder articular palabra... No es posible, él no. Tras hablar unos minutos por teléfono, cuelgo y veo que varias personas me habían avisado e intentado avisar, pero al no estar atenta al teléfono, no lo había visto.

Me siento a su lado, con la mirada perdida. Qué te pasa? Me pregunta. Cojo aire, le miro, y se lo digo. Me abraza. No reacciono. No sé qué decir, no me salen ni las lágrimas, solamente me queda alucinar. Conociste a mis aitas. Es tarde, son más de las doce, pero aun así decido llamar a mi aita, ya que muchas veces hablamos sobre ti, y además, le caíste genial en aquella comida que tuvimos en su casa, te acuerdas de la alubiada? Y de los berberechos que os comisteis entre los dos? Argggg, vaya par de tragones! Llamo a mi aita, y antes de poder contárselo, casi me quedo sin respiración, no soy capaz de acabar la frase, las lagrimas empiezan a brotar de mis ojos, él me mira desde el muro sin saber qué hacer, mi aita me dice que vocalice, que no me entiende... Cuando por fin consigo darle la noticia, se hace el silencio... Tampoco se lo podía creer...

Pero cómo es posible? Habías empezado a cuidarte, dejaste las copas de fiesta, adelgazaste un porrón de kilos, con lo guapos que estábamos los dos ahora! Pero cómo puede ser... Pasé una de las peores noches de mi vida, en la cama como un buho, bajando a la cocina en una casa que no era mía a la cocina para ver si fumando conseguía entender algo, a las 3 de la mañana. Dos horas en esa cocina con la luz apagada. No conseguí llegar a nada. Me volví a la cama, empecé a leer todo lo que te estaba escribiendo la gente, lágrimas y más lágrimas... Al finar conseguí dormir algo menos de una hora. Me desperté y quise pensar que todo lo de la noche anterior fue un mal sueño. Desgraciadamente no lo fue...

No sabes todo lo que me he acordado de ti, lo mucho que te voy a echar de menos... Porque aunque no nos veíamos muy a menudo, solamente cuando venías a ver a jugar al Athletic, o antes, cuando iba yo a Gijón, también por el mismo motivo, sabes que fuiste un hermano para mi. Siempre te conté mis penas, siempre recurrí a ti cuando tenía un problema, siempre buscaba tu consejo, y tú, siempre estuviste ahí, fuiste mi paño de lágrimas, el hombro que necesité para llorar. Y tú también me contabas tus cosillas, compartimos muchas cosas... Qué lástima... Hace una semana que me enteré, aunque hace unos días más que te fuiste, fue uno de los peores días de mi vida con mucha diferencia, se me partió el alma, y creo que tardaré mucho en recuperarme... El otro día, paseando por el pueblo, vi algo que te hubiera hecho gracia, Ponía, Frutas Fran. Sé que muchos de los que leáis esto no entenderéis nada, otros muchos sí. Lo vi, sonreí, y pensé, voy a hacerle una foto para pasársela a... un momento..., no. Ya no puedo pasarle nada. Se me volvió a partir el alma, y así, cada vez que veo algo que me recuerde a ti, que son muchas cosas.

Por ejemplo, la taberna taurina. Sabes que odio la tauromaquia, hemos discutido mucho sobre eso... Pero bueno, allí trabajaba un amigo y fuimos, subí la foto, comentando, irónicamente claro, que nos sentíamos como en casa... y tú, le diste a me gusta. Me llegó la notificación, qué cabrón, pensé, y sonreí. Esa misma noche fue cuando decidiste partir. Y aunque odio todo ese tema, al enterarme de la terrible noticia, quise ir allí, recordando tu último me gusta en mi muro, me sentía más cerca de ti. Y conseguí que me abrieran la taberna para ver el partido a puerta cerrada, me acordé mucho de tí, sé que te hubiera gustado estar. Y el partido, 2-0, me acordé de ti en ambos goles, nos imaginé abrazándonos en esa taberna cerrada para nosotros, te hubiera gustado, seguro.

Y otro amigo de la cuadrilla de Jorge... De repente, saluda a un chico, y se me hiela la sangre. Era tu viva imagen. Y él me dijo, es músico, toca la trompeta en la banda del pueblo. Me parto en dos. Y a la noche, vuelve a aparecer, sonríe, es igual que tú (algo menos grandote), me doy la vuelta, no puedo mirarle, me enciendo un cigarro... "es su viva imagen", pienso. Jorge me abraza, es el único que entiende lo que pasa. Al fin se va... El chico era majo, pero yo no quería que estuviera ahí, era un parecido demasiado exagerado, y yo no estaba preparada, tan solo a tres días de enterarme... sé que me llamarías pánfila, me dirías que hiciera mi vida, que sonriera... Pero son tantos recuerdos...

Ter acuerdas el día que nos conocimos? A vosotros os han dado alguna vez por el culo? WTF?? Fijo que te acuerdas jajajaja y Nacho también, qué risas... vaya personaje el hijo de perrilla este... y todo lo que hablamos del Grasas? jajaja jo, qué buenos momentos, sonrío al recordar estas cosas, pero no puedo evitar que las lágrimas recorran mis mejillas... Recuerdas cuando entramos al Molinón y me cagó una paloma justo a mi, y justo en la raya blanca de la camiseta zurigorri? Manda eggs!! Y lo que te molestaba que dijera, NESUNNO!! jaja las risas que nos echamos oyendo los audios de mi niño loco, y de mi niño al que le costaba Dios y ayuda entender los problemas... pobres! Qué malos hemos sido! recuerdas cuando viniste a mi casa y cogiste a Noa del pellejo, se te escurrió y cayó al suelo? Que te quedaste con un mechón de pelo en las manos... pues que sepas que quise destruirte!! Probablemente lo hice con mi mirada láser jaja Joer, cuantas anécdotas, el día que nos quedamos solos Joseba, Tú y yo en Aste Nagusi hace varios años, a qué puto antro me llevasteis!! Y en Coruña? Que todo el mundo se fue yendo y nos quedamos tú y yo en aquel bar subterraneo con esos niñatos... Cuantos momentos... Y pensar que nunca más podré volver a estar contigo, que nunca más podré volver a contarte nada, que es
to que te estoy escribiendo jamás lo vas a leer...

En serio, voy a notar mucho tu falta, te quise mucho, como he dicho antes, como a un hermano, y te voy a querer toda la vida. Jamás borraré tus fotos, ni tus mensajes privados, ni tu móvil, ni el último sms que me mandaste, el día del primer partido de liga de esta temporada: "Así me gusta, que cantes el himno con ganas y con la bufanda en alto, que te he visto, jajaja. AUPA ATHLETIC!" Te quiero tío, lo dudo, pero espero que (dentro de mucho) volvamos a vernos, siempre te recordaré, cada vez que el Athletic marque un gol, te tendré en mi recuerdo, y te dedicaré cada victoria de los nuestros. Te voy a echar de menos. Eskerrik asko por aquel día, haber pedido esas pegatinas del Athletic en aupa, ya que gracias a eso me puse en contacto contigo, y empezamos con esta amistad, que cada día nos unió más y se hizo más fuerte.

Beti zurekin, Guiller